Con la mano y el corazón, conquistadores de la UCN conquistaron la cima

Eran las 6:00 A.M del día martes 19 de junio cuando en el Parque de las Aguas se dio acceso a los buses provenientes de las diferentes regiones del norte del país llenos de sueños y esperanza. Este parque, ubicado en área metropolitana de Medellín, fue el escenario escogido para realizar el II Camporee de Conquistadores de la Unión Colombiana del Norte (UCN).

Pasaron 7 años desde la última vez que se congregaron los clubes de los 8 campos locales para celebrar un evento de tan grande magnitud. Más de 4.500 visitantes, una programación enfocada en la testificación y un escenario propicio para disfrutar de estos 5 días de campamento.

Bajo el lema “Conquistando la cima”, los líderes juveniles, de los campos que componen a la UCN, clavaron su hacha en el tronco del camporee, dando así el inicio a este evento tan esperado por toda la juventud adventista.

Al evento llegaron invitados especiales como el pastor Carlos Campitelli, Director de Jóvenes de la División Sudamericana con sede en Brasilia y el pastor Daniel Cayrus, Director de jóvenes de la Asociación Central Argentina con sede en Córdoba, encargados de los devocionales y quienes fueron jueces y testigo de cada una de las actividades.

Dentro del cronograma, los conquistadores, distribuídos por grupos, hicieron presencia en los municipios de Bello, Barbosa y Copacabana. Allí, en concertación con las administraciones locales, organizaron actividades de testificación orientada a la promoción de los 8 hábitos saludables, marchas, entrega de libros y mercados. Las marchas de los clubes participantes reunían a gran parte de los transeúntes, quienes se llevaban, más que una impresión de coordinación y disciplina, un mensaje de esperanza.

Entre tanto, los acampantes que permanecían en el parque, realizaron pruebas físicas y espirituales, además de capacitaciones para los líderes de cada club; tenían oportunidad para la confraternidad y la diversión en todos los espacios destinados en el lugar.

El stand de la radio estuvo disponible todo el día para su participación, y sus voces resonaban en todo el parque y en la internet, la misión era animar, informar y alabar a Dios. Una tarima musical permitía la oportunidad de demostrar sus talentos, y un espacio llamado ‘Mall del conquistador’ ofrecía distintos productos a los que podían acceder.

Sin duda la llegada de la noche era el momento más esperado, una programación variada, con música en vivo, buenos temas, y las competencias de marchas, no sólo llenaban de regocijo a los asistentes, sino que, gracias a la transmisión en vivo que ofrecía Hope Media Colombia, miles de personas seguían la programación en todo el mundo, e interactuaban a través de Facebook Live.

El sábado fue especial.  En horas de la mañana bajaron a las aguas 84 almas que se entregaron a cristo a través del bautismo. En la tarde, de este último día de programación, se realizó una caminata de testificación en los alrededores del estadio Atanasio Girardot, donde más de 2.000 conquistadores, con sus banderas en mano y el corazón lleno de alegría, marcharon para llevar un mensaje de esperanza y salvación. El resto de acampantes realizaron marchas y exposición de los 8 hábitos saludables en otras localidades cercanas.

La lluvia que acompañó las noches de camporee no fue impedimento para que la juventud disfrutara esta oportunidad especial de compartir con tantos jóvenes de toda la UCN. Levantando las hachas y realizando la premiación a cada competencia se dio por concluido este campamento, y la despedida de cada club a sus lugares de origen.

La mayor conquista no fue la del primer puesto en cada competencia, ser el mejor club, o tener la mejor puntuación global. La cima a conquistar fue sembrar un mensaje de esperanza a los miles de habitantes de los lugares impactados por los clubes. Un golpe al suelo al marchar, una sonrisa, un libro, un mercado, fueron las herramientas de batalla, y la juventud de la Unión Colombiana del Norte, fueron los aguerridos conquistadores, quienes regresaron a sus hogares impulsados a la búsqueda de la mayor cima a conquistar: la corona de la vida eterna.

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